الكِتَابُ السَّابع: صلاة الجمعة والعيدين والكسوف والاستسقاء والخوف

1468 - (ق) عَنْ أَبِي هُرَيْرَةَ رضي الله عنه: أَنَّ رَسُولَ اللهِ صلّى الله عليه وسلّم قالَ: (مَنِ اغْتَسَلَ يَوْمَ الجُمُعَةِ غُسْلَ الجَنَابَةِ [1] ثُمَّ رَاحَ [2] فَكَأَنَّمَا قَرَّبَ بَدَنَةً، وَمَنْ رَاحَ فِي السَّاعَةِ الثَّانِيَةِ فَكَأَنَّمَا قَرَّبَ بَقَرَةً، وَمَنْ رَاحَ فِي السَّاعَةِ الثَّالِثَةِ فَكَأَنَّمَا قَرَّبَ كَبْشاً أَقْرَنَ، وَمَنْ رَاحَ في السَّاعَةِ الرَّابِعَةِ فَكَأَنَّمَا قَرَّبَ دَجَاجَةً، وَمَنْ رَاحَ في السَّاعَةِ الخَامِسَةِ فَكَأَنَّمَا قَرَّبَ بَيْضَةً، فَإِذَا خَرَجَ الإِمَامُ حَضَرَتِ المَلاَئِكَةُ يَسْتَمِعُونَ الذِّكْرَ) .

De Abu Huraira, Al-lah esté complacido con él, que el Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz, dijo: “Aquel que se bañe igual que si hubiera mantenido relaciones conyugales antes de ir al rezo del viernes y vaya a la mezquita a primera hora es como quien ha sacrificado un camello para la causa de Al-lah y hubiera donado su carne; quien vaya a segunda hora es como si hubiera sacrificado y donado una vaca; quien vaya a tercera hora, es como si hubiera sacrificado y donado un carnero adulto; quien vaya a cuarta hora, es como si hubiera sacrificado y donado una gallina; y quien vaya a quinta hora, es como si hubiera donado un huevo. Pues, cuando salga el imam, se presentarán los ángeles para escuchar el recuerdo y la mención de Al-lah”.

1469 - (ق) عَنْ سَلَمَةَ بْنِ الأَكْوَعِ قَالَ: كُنَّا نُصَلِّي مَعَ النَّبِيِّ صلّى الله عليه وسلّم الْجُمُعَةَ ثُمَّ نَنْصَرِفُ، وَلَيْسَ لِلْحِيطَانِ ظِلٌّ نَسْتَظِلُّ فِيهِ.

De Salamta Ibn Al-Ku’, Al-lah esté complacido con él, que era uno de los miembros del suceso de la sombra del árbol, que dijo: “Solíamos rezar la oración del viernes en compañía del Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz, y luego nos íbamos cuando que las paredes dejaban de tener sombra en que nos podamos refugiar”. En otra versión, que: “Solíamos rezar la oración del viernes en compañía del Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz, después de que el sol haya superado el cénit del mediodía. Después volvíamos y seguíamos la sombra”.