Narró Abdallah Ibn Abbas -Al-lah esté complacido con ambos- que el Mensajero de Al-lah -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- dijo sobre la hija de Hamza: ‘No es lícita para mí (es decir, casarme con ella). El lazo contraído a través de la leche es como el parentesco de sangre, y ella es la hija de mi hermano de leche’.”
De Aisha, que Al-lah esté complacido con ella, que dijo: “El Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz, entró donde yo me encontraba y vio que había un hombre conmigo en casa. Dijo: Oh Aisha, ¿quién es este? Le dije: mi hermano de leche. Él dijo: Oh Aisha, vigilad quién son vuestros hermanos, puesto que el amamantamiento es cuando se pasa hambre”.
Narró 'Uqba Ibn Al-Hariz -Al-lah esté complacido con él-: “que se había casado con Um Yahia Bint Abu Ihab. Después vino una esclava negra y le dijo que lo había amamantado a él y a su mujer. Así que fue y se lo conté todo al Mensajero de Al-lah en un lugar apartado. Él me contestó: “¿Cómo puedes pretender lo contrario y esa mujer atestigua que les amamantó a los dos?”.